¿En Qué Gasta la Seguridad Social?

La Seguridad Social publica todos los meses un informe con la ejecución presupuestaria del Sistema de la Seguridad Social. Los informes de diciembre contienenen la ejecución presupuestaria acumulada de todo el año. Los informes correspondientes al periodo comprendido entre 2005 y 2023 pueden encontrarse en esta dirección:

Según el informe de diciembre de 2022 los gastos de la Seguridad Social ese año fueron los siguientes:

El total de las obligaciones no financieras reconocidas ascendió a 191.326 millones de euros. El 71.3 por ciento de esa cifra (136.340 millones de euros) fue la suma de las Pensiones de Jubilación, de Viudedad y los Complementos a Mínimos de las Pensiones de Jubilación. Esas tres partidas corresponden al aseguramiento de la vejez. Las Pensiones de Jubilación y de Viudedad aseguran la vejez porque los sistemas de reparto pagan rentas vitalicias. Los Complementos a Mínimos de las Pensiones de Jubilación también tienen que sumarse a esa partida porque los sistemas de reparto son solidarios y las pensiones mínimas son una forma de reducir la desigualdad entre los pensionistas.

El 21.7 por ciento del total (41.425 millones de euros) corresponde a otros seguros sociales entre los que destacan la invalidez (13.655 millones), la incapacidad temporal (13.590 millones), el ingreso mínimo vital y las prestaciones familiares (4.091 millones), el nacimiento, los cuidados del menor, los embarazos de riesgo y la lactancia (3.798 millones), las pensiones no contributivas (2.778 millones) y las pensiones de orfandad (1.822 millones).

Los costes de gestión, que incluyen los gastos de personal y los gastos en bienes y servicios corrientes (3.905 millones) supusieron un 2.0 por ciento de la cuantía total gestionada. Y las partidas técnicas, que incluyen las operaciones de capital y las transferencias entre administraciones, supusieron un 5.0 por ciento del total (9.656 millones).

Esta forma de agrupar los seguros sociales es una forma anticuada de organizar la Seguridad Social. Además de anticuada, es poco transparente, dificulta la gestión y plantea una discusión interminable sobre cuáles son los gastos propios y cuáles son los gastos impropios del sistema. Las administraciones más eficientes separan el diferimiento de rentas —o sea, los gastos relacionados con la jubilación y la viudedad– de los demás seguros sociales. La modernización de la Seguridad Social española debería empezar por imitiar las mejores prácticas creando una Agencia para la Jubilación dotada con recursos independientes y que garantizara la sostenibilidad indefinida de las pensiones de jubilación en cualquier circunstancia demográfica y económica. Los restantes seguros sociales no suponen un diferimento de rentas y se mercecen un tratamiento independiente.

Mordor, a 16 de febrero de 2024

© Javier Díaz-Giménez